¿Cuáles son los mejores ejercicios para eliminar los vértigos?
Cuando el mundo parece girar a tu alrededor sin razón aparente, lo último que imaginas es que el movimiento (bien orientado) pueda ser la solución. Sin embargo, uno de los pilares más eficaces dentro del tratamiento de los vértigos y mareos es el ejercicio terapéutico. En Fiit Concept, entendemos que no se trata de cualquier tipo de ejercicio, sino de prácticas específicas que desbloquean tensiones cervicales, estimulan la conciencia corporal y ayudan a restablecer el equilibrio interior y exterior.
¿Por qué el movimiento puede mejorar los vértigos?
Cuando sufrimos vértigos, tendemos a evitar movernos por miedo a que el síntoma empeore. Pero esta inmovilidad, a medio y largo plazo, agrava la rigidez cervical, la ansiedad y la inseguridad postural. El movimiento adecuado, en cambio, reeduca al sistema nervioso, libera la musculatura contracturada y mejora la circulación.
Además, muchos vértigos tienen su origen o están influenciados por bloqueos cervicales, disfunciones viscerales o tensiones emocionales. Los ejercicios específicos actúan sobre estas tres dimensiones, siempre que estén bien orientados.
¿Qué tipo de ejercicios son los más recomendables?
No todos los ejercicios sirven. De hecho, algunos movimientos bruscos o mal indicados pueden empeorar la sensación de mareo. En Fiit Concept proponemos ejercicios suaves, conscientes y progresivos. Entre ellos, destacamos:
1. Movilizaciones cervicales suaves
Consisten en movimientos lentos de rotación, flexión y extensión del cuello. El objetivo no es forzar, sino recuperar la movilidad sin generar miedo ni molestias. Estas movilizaciones ayudan a reducir la rigidez, mejorar la información propioceptiva y disminuir la hipersensibilidad del sistema vestibular.
2. Ejercicios de coordinación y equilibrio
Incluyen prácticas como mantenerse sobre un pie, caminar en línea recta o realizar giros con los ojos abiertos y cerrados. Estas propuestas reactivan los mecanismos naturales del equilibrio y reentrenan al cerebro para gestionar mejor la información espacial.
3. Respiración consciente y liberación de la zona diafragmática
La respiración suele estar alterada en quienes padecen vértigos, especialmente por el componente de ansiedad que conlleva. Aprender a respirar de forma amplia y diafragmática libera tensiones del cuello, mejora la oxigenación y reduce la sensación de inseguridad corporal.
4. Estiramientos globales y automasajes
El estiramiento de la cadena posterior, los músculos escalenos, trapecios y la zona dorsal contribuye a aliviar tensiones reflejas originadas por disfunciones viscerales, especialmente del hígado y la vesícula biliar. Los automasajes suaves con los dedos o una pelota en zonas clave ayudan a reducir la carga muscular acumulada.
¿Cuándo y cómo deben realizarse estos ejercicios?
Lo más importante es que se hagan en un entorno tranquilo, sin prisas, y preferiblemente a diario. En fases agudas, bastan unos minutos al día. Conforme mejora la tolerancia, pueden ampliarse.
La regularidad es más importante que la intensidad. La persona debe sentirse segura, progresar a su ritmo y no forzarse. Una sesión diaria de 15 a 20 minutos puede marcar una diferencia significativa.
¿Qué papel juega el ejercicio en el enfoque Fiit Concept?
Dentro del método Fiit Concept, el ejercicio terapéutico no es un complemento, sino un pilar fundamental del tratamiento. Su función no es solo física, sino también emocional y energética.
Movilizar el cuerpo desbloquea también emociones retenidas, ayuda a regular el sistema nervioso autónomo y favorece la comunicación entre el eje visceral-cervical. Es decir, los ejercicios ayudan a restaurar el diálogo entre las partes del cuerpo que, en desequilibrio, están generando el síntoma.
¿Puede mejorar el vértigo solo con ejercicio?
El ejercicio es esencial, pero no suficiente por sí solo. Para lograr una mejoría estable, es necesario abordar también:
- El origen emocional del vértigo (como situaciones de estrés, frustración o sobrecarga emocional).
- La posible disfunción visceral (principalmente hígado y vesícula).
- El impacto del estilo de vida (alimentación, descanso, exposición al estrés).
Cuando se trabaja todo en conjunto, los ejercicios multiplican su efecto.
Ejercítate para sanar, no solo para moverte
Si sufres de vértigos o mareos, no subestimes el poder del ejercicio consciente. No se trata de «hacer ejercicio» por hacer, sino de moverte con sentido, con propósito y con una guía que entienda tu problema de raíz.
Desde Fiit Concept te proponemos un camino claro, accesible y adaptado a tu situación para que puedas trabajar desde casa. Puedes conocerlo aquí: Programa para el tratamiento de los vértigos y mareos.
Incluye todo lo necesario para que recuperes tu equilibrio físico y emocional, y lo más importante: para que lo mantengas en el tiempo sin recaídas. Porque el cuerpo, cuando se le escucha y se le mueve bien, tiene una inmensa capacidad de sanar.