El vínculo entre la cervical y los vértigos: lo que nadie te ha contado
Los vértigos y mareos pueden convertirse en una de las experiencias más angustiantes para quienes los padecen. La sensación de que el suelo desaparece bajo los pies, de que la cabeza pesa demasiado o de que el entorno da vueltas sin control genera miedo e inseguridad. Muchas personas acuden a diferentes especialistas buscando respuestas y, en
la mayoría de los casos, reciben tratamientos que solo buscan aliviar los síntomas con fármacos o ejercicios vestibulares. Sin embargo, hay un aspecto clave que a menudo se pasa por alto: la relación entre la columna cervical y los vértigos.
Desde Fiit Concept, hemos observado cómo un gran porcentaje de personas con vértigos tienen alteraciones en la zona cervical que afectan el riego sanguíneo al cerebro y la señalización del sistema nervioso. En este artículo, exploraremos cómo los problemas cervicales pueden ser la verdadera causa de los vértigos y qué hacer para solucionarlo de forma definitiva.
La conexión entre la columna cervical y el equilibrio
La columna cervical es una estructura clave dentro del sistema nervioso y circulatorio. No solo sostiene la cabeza y permite el movimiento del cuello, sino que también alberga la médula espinal y estructuras nerviosas que comunican el cerebro con el resto del cuerpo. Además, a través de la zona cervical pasan arterias fundamentales, como las arterias vertebrales, que se encargan de llevar sangre oxigenada al cerebro.
Cuando la columna cervical sufre una disfunción, ya sea por tensión muscular, bloqueos articulares o posturas incorrectas, puede generar alteraciones en la circulación y en el sistema nervioso. Esto puede derivar en síntomas como mareos, sensación de inestabilidad, visión borrosa, fatiga mental y episodios de vértigo.
En muchos casos, las personas que sufren de vértigos de origen cervical también presentan molestias asociadas como dolor en la nuca, rigidez en los hombros, cefaleas tensionales y presión en la cabeza. Sin embargo, este vínculo no siempre es reconocido por la medicina convencional, lo que lleva a que muchas personas sean tratadas con medicamentos para el oído o el sistema vestibular sin obtener mejoría real.
Cervicales bloqueadas y alteración del flujo sanguíneo al cerebro
Uno de los principales mecanismos por los cuales los problemas cervicales pueden generar vértigos es la alteración del flujo sanguíneo hacia el cerebro. Las arterias vertebrales atraviesan la columna cervical y llevan oxígeno y nutrientes al tronco cerebral y al cerebelo, estructuras responsables del equilibrio y la coordinación.
Cuando la zona cervical está rígida o hay una alteración en la movilidad de las vértebras, estas arterias pueden comprimirse y disminuir el flujo sanguíneo. Esto provoca una sensación de mareo que aparece al mover el cuello bruscamente, al girar la cabeza o al mantener una postura durante mucho tiempo.
Muchas personas con vértigos cervicogénicos reportan síntomas como:
- Sensación de cabeza pesada y dificultad para enfocar la vista.
- Mareo al acostarse o al levantarse de la cama.
- Episodios de inestabilidad al caminar.
- Náuseas y fatiga mental después de mantener la cabeza en una misma posición por mucho tiempo.
Estos síntomas pueden confundirse con trastornos del oído interno o problemas neurológicos, lo que lleva a que la causa real pase desapercibida.
La tensión muscular en la cervical y el sistema nervioso
Otro factor clave en la relación entre la cervical y los vértigos es la tensión muscular crónica. Cuando los músculos del cuello están rígidos debido al estrés, malas posturas o movimientos repetitivos, pueden afectar la señalización nerviosa y generar alteraciones en el equilibrio.
Los músculos suboccipitales, situados en la base del cráneo, tienen una relación directa con el sistema vestibular y los receptores del equilibrio en el oído interno. Cuando estos músculos están tensos o contracturados, pueden enviar señales erróneas al cerebro, generando la sensación de vértigo o mareo.
Este fenómeno se conoce como mareo cervicogénico, y se diferencia del vértigo de origen vestibular porque no suele venir acompañado de movimientos involuntarios de los ojos (nistagmo) ni de zumbidos en los oídos. Sin embargo, puede generar una gran sensación de inestabilidad y desconexión con el entorno.
El papel del estrés y la ansiedad en los vértigos cervicales
El estrés crónico y la ansiedad son factores que pueden empeorar los vértigos de origen cervical. Cuando una persona experimenta altos niveles de estrés, su cuerpo entra en un estado de alerta constante, lo que genera tensión muscular en la zona del cuello y los hombros.
Este estado de hiperactividad del sistema nervioso simpático puede provocar una sensación de mareo persistente, especialmente en situaciones de tensión o fatiga mental. Muchas personas con vértigos de origen cervical también reportan síntomas como opresión en el pecho, palpitaciones, dificultad para respirar y sensación de despersonalización, lo que sugiere una sobrecarga del sistema nervioso.
Aprender a gestionar el estrés es clave para aliviar estos síntomas. Técnicas como la respiración diafragmática, los paseos al aire libre y la fitoterapia con plantas como la melisa y la pasiflora pueden ayudar a reducir la hiperactividad del sistema nervioso y mejorar la estabilidad.
Cómo tratar los vértigos de origen cervical de manera efectiva
Desde Fiit Concept, sabemos que la clave para eliminar los vértigos cervicogénicos es corregir la causa subyacente y no solo tratar los síntomas. Un enfoque integrativo debe abordar la tensión muscular, mejorar la movilidad cervical y optimizar la circulación sanguínea al cerebro.
Uno de los primeros pasos es realizar ejercicios de movilidad y estiramientos suaves para liberar la tensión en el cuello y mejorar la irrigación sanguínea. Es importante evitar movimientos bruscos y centrarse en ejercicios que ayuden a recuperar la flexibilidad de la columna cervical.
Además, el uso de automasajes en la zona suboccipital y trapecios puede ser de gran ayuda para relajar los músculos tensos y reducir la sensación de mareo. La fitoterapia también juega un papel fundamental en la recuperación, ya que ciertas plantas medicinales pueden ayudar a mejorar la circulación y relajar el sistema nervioso. Algunas de las más recomendadas son el ginkgo biloba, el jengibre y la valeriana.
La alimentación también es un factor clave en el tratamiento del vértigo cervical. Consumir una dieta antiinflamatoria basada en frutas, verduras, grasas saludables y proteínas de calidad ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo y mejora la función del sistema nervioso.
Fiit Concept: Un método integrativo para eliminar los vértigos de raíz
Si llevas tiempo sufriendo de vértigos y mareos sin encontrar una solución efectiva, es posible que el problema esté en tu columna cervical y en el equilibrio de tu sistema nervioso. Desde Fiit Concept, hemos desarrollado un programa de tratamiento online que aborda el problema desde su origen, ayudando a las personas a recuperar su estabilidad de manera natural.
Nuestro enfoque se basa en la corrección de disfunciones viscerales, la mejora de la movilidad cervical, el uso de fitoterapia específica y estrategias de regulación del sistema nervioso. Con este método, es posible eliminar los vértigos de forma definitiva y evitar que se conviertan en un problema crónico.
Recupera tu estabilidad sin fármacos y sin depender de tratamientos convencionales que solo alivian temporalmente los síntomas. ¡Empieza hoy mismo tu camino hacia la recuperación!
